26 de abril de 2022
photo_camera Encuentro fortuito, de Manuela Montero. Sala Blanca, Facultad de Artes UC.
Desde hace años Manuela Montero (Santiago, 1984) se sentía atraída por las ilustraciones de Claudio Gay (1800-1873), especialmente las contenidas en el Atlas de la historia física y política de Chile. Hasta que un día, al volver a observar las láminas de uno de los representantes más reconocidos de los naturalistas del siglo XIX en Chile, tuvo una sensación de extrañeza. Específicamente ocurrió al volver a mirar Huiña, una litografía de 1854.
—Al observar esta y otras representaciones naturalistas de esa época, supuestamente fieles a la realidad, me generaron la necesidad de cuestionar de manera crítica estas imágenes —dice Montero, que luego comenzó a preguntarse: ¿Cómo repercute este tipo de representación en nuestra actual apreciación de la flora y la fauna?
Huiña, de Claudio Gay. Litografía, 1854.
Así comenzó la investigación Naturalismo y representación: procedimientos reimaginados, que realizó en el programa de Magíster en Artes UC, vía creación, con la tutoría de la artista y académica Valentina Serrati. Desde su formación y trabajo profesional como dibujante e ilustradora, Manuela explica que: "Puse a disposición ciertos procedimientos de la ilustración naturalista y científica para encontrar nuevas maneras de representar o, al menos, para cuestionar esas representaciones canónicas. Porque cada reino animal tiene sus especificidad. Los insectos, en rigor científico, no se dibujan igual que los mamíferos ni que las aves. Son convenciones disciplinares que determina cada experto o cada área para decir: 'Así se dibuja y así se representa la realidad de cada especie'. Pero eso también es un constructo cultural según estándares disciplinares".
"Me interesa explorar cómo esto puede estar contribuyendo, o haber contribuido a lo largo de la historia, a que culturalmente las personas tengan una percepción mermada de la naturaleza", dice Manuela Montero.
Manuela Montero, Magíster en Artes UC, vía creación. Cristóbal Marambio ©.
Todos esos cuestionamientos de la representación de las especies la llevaron a preguntarse si existe algún vínculo entre estas y las problemáticas actuales que aquejan nuestro planeta desde un punto de vista ambiental. "Me interesa explorar cómo esto puede estar contribuyendo, o haber contribuido a lo largo de la historia, a que culturalmente las personas tengan una percepción mermada de la naturaleza. Esta idea que el ser humano está ahí para analizarla, explotarla y beneficiarse de esta porque tiene, precisamente, la percepción que puede definir y que puede encasillar la naturaleza. Creo que eso es, en parte, lo que nos ha llevado a esta crisis climática y también a esta sexta extinción masiva de especies por causas del hombre", enfatiza.
Así que Manuela Montero se dedicó durante unos meses a investigar especies extintas. Para eso estableció ciertos criterios, como que hubiesen desaparecido dentro de los últimos 200 años, que la causa fuera por la intervención del hombre -ya sea por la caza indiscriminada o por la alteración de su ecosistema- y que fueran especies americanas. De esta manera, finalmente, seleccionó un mamífero, un ave y un anfibio para estudiarlos en detalle.
Muestra de titulación Magíster en Artes UC de Manuela Montero. Sala Blanca, Facultad de Artes UC.
"Mi propia experiencia como investigadora digital se volvió proceso y producto", dice la artista.
Como esta fue una investigación que se desarrolló durante la pandemia del Covid-19, con muchas restricciones para viajar y acceder a lugares para revisar archivos y documentación, Manuela pasó muchas horas buscando por Internet. Así se encontró con el Zorro de las Malvinas, el pájaro carpintero de México y el sapito dorado de Costa Rica. Además de la información obtenida, esa experiencia de aprendizaje hipermedia se convirtió en una de las obras que la artista presentó en su muestra de examen de egreso del Magíster.
—Ya que este proceso me obligaba a estar en un entorno virtual, lo tomé como un lugar donde pudiera explorar esta idea del post Internet, de vincularse no solo como una herramienta, sino que como entorno estético. Entonces mi propia experiencia como investigadora digital se volvió proceso y producto—, relata sobre las piezas audiovisuales que conforman la video instalación.
La parte de la investigación Naturalismo y representación: procedimientos reimaginados que la artista realizó vía Internet, también es una obra que muestra ese proceso de estudio.
Como un work in progress. Así veía Manuela Montero esa primera obra. Y no se quería quedar solo con eso. "De acuerdo al objetivo principal de mi investigación cuando partí, que era cómo repensar la representación de la naturaleza, sentía que también tenía que abordarlo desde una perspectiva más objetual. Así que hice unos estudios de ilustraciones en acuarela que ubiqué en la mesa de colección de objetos", indica sobre las primeras piezas físicas que creó durante su proceso de investigación.
Además, al cuestionar el proceso de representación de las especies, Manuela se planteó la posibilidad de crear obras con otras técnicas, yendo más allá de los dibujos y la ilustración. "A medida que fui investigando y conversando con los docentes me pareció coherente explorar otros lenguajes", confiesa. Sin embargo los procedimientos del dibujo naturalista y científico, con su set de normas y sus estándares, le sirvió para formar los primeros criterios de investigación. Así, la obra Arquetipo 01 -animación digital montada en el suelo del espacio expositivo- si bien está hecha a partir de distintas referencias de especímenes, justo como sería la investigación formal de cualquier especie hoy en día, la artista explica que: "Es un arquetipo inútil, porque a nadie le sirve hoy en día poder identificar al zorro de las Malvinas ya que está extinto (se estima que fue en 1876). Además, como no se puede conocer a cabalidad cómo era dentro de su hábitat, con sus particularidades, está hecho a partir de especímenes taxidermizados, y yo no había trabajado nunca antes con vestigios o restos de animales. Eso fue algo nuevo para mí".
Arquetipo 01, de Manuela Montero. Sala Blanca, Facultad de Artes UC.
Otra de las obras derivadas, como les llamó Montero, es sobre el pájaro carpintero de México, especie que fue explotada casi por completo en la década de los 90. Ahí la artista desarrolló el recurso de la silueta como medio de representación visual para abordar los conceptos de desplazamiento y desaparición de esta ave. Cuyas causas principales se asocian a la caza indiscriminada y la proliferación de la industria forestal en la región donde se ubicaban las colonias de los carpinteros.
—El uso del recurso visual de la silueta ha sido, en la historia del arte contemporáneo latinamericano, un dispositivo de denuncia y memoria para reclamar la presencia de aquellos cuerpos que no están, sobre todo en el contexto de las dictaduras en diversos países—, señala Manuela Montero sobre esta técnica que trabajó junto con mapas virtuales, y agrega que: "Si bien no se pretende comparar o poner en la misma 'balanza moral' los genocidios y las extinciones de otras especies, interpreto el uso de la silueta como un recurso válido e icónico en tanto acción estético-política, para hablar en términos mucho más amplios e inclusivos, acerca de los conceptos previamente mencionados".
Obra derivada del Pájaro carpintero imperial. Sala Blanca, Facultad de Artes UC.
La última especie que trabajó en su investigación fue el sapito dorado de Costa Rica, que se ha catalogado como extinto, ya que no hay registros de individuos desde 1989. Las causas de su extinción son atribuibles a varios factores según los estudios, pero pareciera ser que la combinación de los efectos adversos del cambio climático sobre su hábitat, sumado a la proliferación del hongo quítrido de los anfibios (Batrachochytrium dendrobatidis) llevaron a esta especie a disminuir drásticamente su número. Siendo declarados extintos en 2004.
—Pensé en la diapositiva como un formato adecuado y coherente para dar cuenta del breve relato que se articula a partir de una conversación a distancia, por medio del correo electrónico, gracias nuevamente a la experiencia de relacionarse con la realidad a través de Internet. La obra representa este acto, invitando al espectador a mirar de cerca, de manera atenta y profunda, como uno lo haría para poder encontrar a esta diminuta especie en su entorno —reflexiona sobre la obra Encuentro fortuito.
Encuentro fortuito, de Manuela Montero. Sala Blanca, Facultad de Artes UC.
—¿Cuál es la problemática que las especies que vemos provengan de un sistema así de normado?
Estamos insertos dentro de un entorno, somos partes de procesos biológicos y tenemos micro ecosistemas dentro de nuestros cuerpos. Entonces es un poco pensarse parte de esto. Y eso es, finalmente, lo que quiero evidenciar es esta suerte de disociación entre el hombre y la naturaleza a partir de las representaciones históricas. Porque siempre se habla desde la otredad. La naturaleza, los animales y las plantas son otros, distintos al hombre, en otra categoría. Y no es así, nosotros somos naturaleza también.
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