Abraham Cruzvillegas: “La obra debe ser autónoma, se tiene que liberar al público de una imposición de significado”

8 de octubre de 2019


Tras una exitosa inauguración, la muestra curada por el artista mexicano Abraham Cruzvillegas estará disponible hasta el 22 de noviembre en la galería perteneciente a la Escuela de Arte UC.
Abraham Cruzvillegas Ana Victoria Cruzvillegas

photo_camera ©Ana_Victoria_Cruzvillegas

La Escuela de Arte UC y la Corporación Chilena de Video celebraron, el pasado jueves 10 de octubre en Galería Macchina, la inauguración de la exposición «Tautología sin título», curada por el reconocido artista mexicano Abraham Cruzvillegas en el marco de la 14° Bienal de Artes Mediales de Santiago.

La exposición es producto del ejercicio colaborativo entre estudiantes de Arte de la UC, trabajadores del Campus Oriente, y otras comunidades de Santiago que participaron en la Escuela de la Intuición, un programa de mediación abierto a los públicos de la bienal, orientado a expandir las ideas que se problematizan en esta.

La inauguración de la muestra fue complementada durante la jornada, mediante un conversatorio realizado en el Auditorio 3 de Campus Oriente. En esta actividad, Abraham Cruzvillegas, en conjunto con los asistentes, la organización de la Escuela de Arte y el director de la bienal, Enrique Rivera, discutieron sobre las motivaciones tras el ejercicio pedagógico que plantea el artista con su trabajo y la exposición en Galería Macchina.

«Tautología sin título» es parte de una serie de exposiciones que Abraham viene realizado en distintos lugares del mundo como proyectos educativos de arte, como consecuencia de su pensamiento, modo de trabajar y necesidad de transformar la educación artística. La primera de estas exposiciones la realizó a principios del 2018 en el museo Kunsthaus de Zúrich (Suiza), seguida por otra presentación en la ciudad Austin (Estado de Texas), donde los envíos de sus dibujos fueron interpretados por las comunidades locales de cada ciudad en un proceso de “autoconstrucción”, según define el artista.

El trabajo realizado desde la Escuela de la Intuición se centró en la interpretación y posterior materialización de 16 bocetos que Abraham dibujó y envió a las distintas comunidades. Como fruto, se confeccionaron 21 obras que estarán disponible en Galería Macchina hasta el 22 de noviembre, a las cuales se les suma una vigesimosegunda obra localizada en el domo de Campus Oriente.

Tautología sin título galeria macchina

El proceso de “autoconstrucción”, explica Abraham, está inspirado en el ejercicio de los pobladores de escasos recursos que no son capaces de comprar una propiedad e improvisan la construcción de sus propias viviendas. Lo relevante de este proceso de construcción, “más que las formas que adquieren los materiales en el espacio, es que conduce a una reflexión sobre el trabajo solidario y camaradería al momento de estar las personas juntas, en un espacio de producción, pero que a su vez es festivo, cálido orgánico, inestable y precario”, comenta el artista.

Es por esto que, una vez que las exposiciones de Abraham se abren al público, luego se realizan unas series de “activaciones”, las cuales consisten en distintas puestas en escena realizadas por las comunidades que construyeron las esculturas, las que dan cuenta del carácter espontáneo y solidario que surgen durante los procesos de creación artística. En cada activación las construcciones derivan en muebles o artilugios, siendo dispuestos y utilizados por los actores según sus propias identidades e interacciones.

"La autoconstrucción (...) conduce a una reflexión sobre el trabajo solidario y camaradería al momento de estar las personas juntas, en un espacio de producción, pero que a su vez es festivo, cálido orgánico, inestable y precario".

Parte importante del trabajo de Cruzvillegas y de «Tautología sin título» es que él no dirige ni asiste el trabajo de los expositores durante la construcción de las obras. Su relación con las comunidades y los asistentes, explica el artista, “trata de ser lo más horizontal posible, dando por alto las jerarquías y la tensión que tienen las instituciones con el público”.

En general hay un espacio de tensión entre la obra y el público, y ante eso la institución trabaja para una sobrepoblación didáctica, o como yo diría, didacticista. Para mí (la institución) casi siempre cumple una función muy grosera, ya que somete al visitante a la idea de que no es capaz de construir contenidos por sí misma. Creo que ninguna obra merecería una explicación, y eso no es algo que inventé yo, sino que lo dijo la hermenéutica y constantemente está en discusión. Según yo, la obra debe ser autónoma, se tiene que liberar al público de una imposición de significado, o de la biografía del artista (...) me gusta llegar y descubrir cómo el otro se apropia lo que yo me imagine como algo casi infantil. Lo que para mí es un logro puede ser un retroceso para la humanidad, pero eso me hace muy feliz”, complementa Abraham al respecto.

Según yo, la obra debe ser autónoma, se tiene que liberar al público de una imposición de significado, o de la biografía del artista (...) me gusta llegar y descubrir cómo el otro se apropia lo que yo me imagine como algo casi infantil.

En concordancia con la mentalidad curatorial detrás de «Tautología sin título», la inauguración en Galería Macchina no se valió de una ceremonia o un discurso realizado por el artista, sino consistió de una inmediata interacción entre el público con las obras y con la comunidad Un Espacio (autodenominados un_espacio); una colectividad de comuneros instalados a mediados de 2017 en un barrio residencial y manufacturero de la comuna de Independencia.

Durante la actividad, los miembros de un_espacio compartieron con los asistentes de la inauguración a través de la activación de las obras que ellos mismos confeccionaron, consistentes en el ensamblaje de una carretilla, latas, fundaciones de hormigón y otros aditamentos. Sobre la obra se sirvió comida tradicional de Venezuela al público, acompañados por música afrovenezolana, interpretada por la agrupación Afrocosta, quienes invitaron al público a bailar al compás de ritmos centroamericanos.

 

 

 

 

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